lunes, 9 de junio de 2008

HISTORIA DE UNA MANO


Mi mano durmió en la cama y limpió mi habitación. Mi mano comió una pizza y peinó mi pelo. Mi mano cocinó en mi cocina. Mi mano bailó con la música y jugó al basketball. Mi mano golpeó a una chica. Y todo lo escribió en un cuaderno.
Verji

Mi mano escribió una carta de amor y después limpió las ventanas. Mi mano cortó una manzana y pasó las hojas de un cuaderno. Después pintó la pared y acarició la cara de Salima. Mi mano cogió el cepillo que limpió mis dientes. Cogió la cuchara que comió la sopa, y al final borró la historia de la pizarra.
Sihame

Primero pagó dinero, comió paella y miró a Oualid. Después saludó a un amigo, abrazó a un hermano y escribió una carta. Bajó la persiana, cerró la ventana, abrió la puerta. Y al final, mi mano cogió la mochila y salió conmigo.
Badro
Mi mano comió corazones, después escribió una carta. mi mano limpio la mesa y borro la pizarra. mi mano dijo ola y adiós
La idea para nuestro ejercicio literario nos la ha dado Juan José Millás, y su verdadera Historia de una mano (El País semanal, 8 de junio de 2008). Una mano encontrada en China, entre los escombros, después de las últimas catástrofes naturales. Cuando vimos la imagen el horror se mezcló con el asombro. Algunos se preguntaban si lo que decía el pie de foto era verdad.